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Atardeceres en la Playa

Antes de que el sol de lugar a las otras estrellas, es el momento justo para contemplar la belleza de la naturaleza en las amplias playas de Gesell, bañadas por el mar que refleja a luz de cada atardecer. Tomar unos ricos mates, comer los últimos bizcochitos antes de volver a casa a planear la cena.

"La 3"

La "mítica" Avenida 3 de Villa Gesell y su vida nocturna, donde todos encontrarán una actividad, diversión, comidas y todo tipo de comercios. Caminar en la noche, tomar un helado, comerse un cono de rabas, escuchar música, comprar algún souvenir...

Noches junto al Mar

Las playas de Gesell son ideales para los amantes de las caminatas nocturnas. El mar refleja cada luz para darnos un recuerdo imborrable. Especial para los amantes de la fotografía.

Reserva Natural Faro Querandi

Faro Querandí, el cual cautiva a la gente desde hace mas de 50 años.  Es un faro habitado de la Armada Argentina que se encuentra a 30 km de la ciudad, rodeado por un bosque de coníferas de 4 hectáreas, los que fueron plantados para proteger la estructura de la torre.

Bosque y Museo

En sus 14 hectáreas se pude disfrutar de un paseo entre bosques de pinos históricos muchos de ellos plantados por Don Carlos Gesell. En el bosque viven diferentes especies de aves como palomas, aguiluchos, benteveos, churrinches, jilgueros, calandrias, horneros, zorzales, chingolos, gorriones, colibríes. En el bosque se encuentran dos casas históricas donde habitó Carlos Gesell y comenzó la historia de la villa en la época que decidió domar las dunas sembrando árboles para convertir la zona de médanos en la ciudad veraniega de la actualidad. 

Travesías en Cuatriciclo

En las inmediaciones de Villa Gesell, la naturaleza se vuelve la gran protagonista. Sólo hay que alejarse un poco de las zonas céntricas para darse cuenta de que el corazón de la villa mantiene intacto el mismo espíritu que la hizo famosa hace décadas entre los más jóvenes. Hay que tomar precauciones con el tránsito, para luego dejar atrás la civilización. Bosques de pinos, cipreses, acacias y eucaliptos, además de grandes médanos de arena, comienzan a ganar terreno a medida que los cuatriciclos se adentran en el camino que recorre las nuevas localidades de Mar de las Pampas, Las Gaviotas y Mar Azul. Luego una hora y media de recorrido, subiendo y bajando médanos enormes, se puede llegar al famoso faro, que hoy y hasta el año 2009 se encuentra protegido por un convenio para la Preservación del Patrimonio Nacional.

Mundo Marino

Mundo Marino es el oceanario más grande de Sudamérica. Está ubicado en la ciudad de San Clemente del Tuyú, Partido de La Costa, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
La distancia en línea recta entre Villa Gesell y San Clemente del Tuyú (ambas en Buenos Aires) es de 102,07 km, pero la distancia en ruta es de 112 kilometros. Se tardan 1h 35 min en ir de Villa Gesell a San Clemente del Tuyú en auto, lo que requeriría un consumo de 7 litros de combustible.

Churros: una tradición gesellina

A la mañana, a la tarde, por la noche, con relleno, sin relleno, bañados, solitos, mmmm dulce de leche tibio o frío. Hay miles de formas de disfrutarlos y muchos comercios donde conseguirlos y el "churro ambulante" que llega a vos, para acompañar tus ricos mates, cuando más hambre tenés, sin moverte de la playa.

Un tótem para Gesell

En la ruta de acceso a Villa Gesell, un tótem gigante emplazado sobre la mano derecha da la bienvenida a quienes arriban a la ciudad. Los detalles de sus cuatro caras merecen nuestra atención ya que hablan de la fuerza del hombre para vencer las vicisitudes que propone el ambiente natural. De líneas muy simples y cúbicas en sus doce metros de altura, contiene figuras representativas de la villa y su desarrollo a lo largo de los años. El mar, los bosques, la pesca están grabadas sobre el cemento, al igual que las figuras de hombre, mujer y niño que representan a la familia.

Recorrido por Gesell y alrededores a caballo

Una hermosa manera de conocer Villa Gesell y sus alrededores es a caballo. Bosques, médanos y mar conforman una química ideal para dar rienda suelta a una aventura que puede volverse extraordinaria.

Lo de Carlitos, el Rey del Panqueque

El eterno Carlitos, el de los más de 1.000 panqueques salados, dulces, para todos los gustos. Una de las leyendas más vivas que tiene la ciudad de Villa Gesell. La historia cuenta que Carlos Ciuffardi, más conocido luego como Carlitos, hizo de todo antes de desembarcar en Villa Gesell y convertirse en el Rey del Panqueque. Hijo de inmigrantes italianos, nació en el barrio porteño de Saavedra en el año 1934 y desde chico empezó a trabajar. Fue vendedor ambulante, obrero fabril, fisicoculturista y futbolista en el Club Atlético Platense. Hasta que conoció el mar y fue amor a primera vista. Se convirtió en guardavidas y se instaló en Villa Gesell, donde a los 28 años comenzó a trabajar en un pequeño local de la famosa y conocida por esos años La Martona. Allí, la gente hacía barra tomando un vaso de leche acompañada de un panqueque con dulce de leche. Su pasión e inventiva lo llevaron a convertirse en pocos años en socio del local, pero su inventiva iba por mucho más... Villa Gesell lo adoptó como un hijo predilecto y además de ir a conocer su local los visitantes lo convirtieron en una atracción turística en sí mismo. No dudaban en hacer largas colas para verlo cocinar, para escuchar una anécdota o consejo. Un amigo de todos.

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